Normalmente, se trata de una afección o patología que se relaciona directamente con los adultos, pero la realidad es que cada vez más menores en edad escolar sufren de hipertensión.
En solo diez años, ha aumentado en los menores la hipertensión arterial y depende de una mala alimentación y malos hábitos del sueño. No dormir entre 8 y 10 horas diarias y no seguir una dieta mediterránea. De hecho, entre aquellos niños que seguían este tipo de dieta, ninguno tenía hipertensión. Sí que aumenta la cifra a medida que empeora la alimentación.
No solo es la hipertensión, sino otros componentes en lo que se llama “el síndrome metabólico” que puede recoger otras enfermedades como diabetes tipo 2 o hipercolesterolemia, entre otras. Independientemente de esto, la situación fisiológica de acumulación de porcentaje de grasa o grasa visceral, está muy asociada al nivel de ejercicio y la restricción de sueño. Los escolares de entre 9 y 16 años deberían dormir entre 8 y 10 horas. Si no es así, se alteran los procesos hormonales, lo cual puede provocar una mayor sensación de hambre durante el día.
Con respecto a la dieta, es más importante la calidad sobre la cantidad. En niños en crecimiento tampoco es favorable restringirles alimentos, que coman lo que quieran, pero alimentos que estén dentro de la dieta mediterránea.
Referente al ejercicio, hacer deporte extraescolar tres veces a la semana disminuye el riesgo de hipertensión o lo mismo una hora diaria de práctica intensa.
LA ODONTOLOGÍA RELACIONADA CON LA HIPERTENSIÓN
La hipertensión, a priori, no debería ser causa de una enfermedad bucal. Aunque hay estudios donde pacientes podrían presentar periodontitis y ser un indicativo de una hipertensión no diagnosticada.
Entre otras patologías que podrían afectar a los dientes y encías se encuentran las siguientes:
1. Xerostomía (sequedad bucal)
2. Caries
3. Periodontitis
4. Micosis (infecciones por hongos)