En pocos años, la placenta artificial, diseñada para aumentar la supervivencia de bebés prematuros, será una realidad. Un caso notable es el de una bebé que pasó seis meses en una incubadora artificial sin contacto con sus padres. Al recibir el alta del hospital, resultó ser una niña feliz y sin secuelas. Desafortunadamente, no todos los bebés prematuros tienen ese desenlace.
Sin embargo, esto podría cambiar pronto. Un equipo de investigadores ha logrado desarrollar un prototipo de placenta artificial.
¿Cómo está compuesta y cómo funciona?
1. Entorno protegido: Es el espacio donde se coloca al feto, aislándolo del medio exterior y permitiendo su correcto desarrollo.
2. Circulación extracorpórea: Proporciona al feto nutrientes, hormonas y oxígeno para la sangre.
3. Componentes externos: Incluyen sistemas de monitorización para tener un control continuo sobre el feto y garantizar el correcto funcionamiento del dispositivo.
Un aspecto crucial es el cordón umbilical, que debe ser conectado de forma rápida y delicada. La placenta artificial se destina principalmente a niños extremadamente prematuros. Tras el primer llanto de un recién nacido, la circulación cambia y el cordón umbilical ya no puede ser utilizado como punto de entrada para la circulación sanguínea. Esto significa que la placenta artificial no es adecuada para bebés que ya han nacido y están respirando.
Niños prematuros y su relación con la odontología:
Los niños nacidos prematuramente suelen tener problemas relacionados con el esmalte dental.