La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública y se ha relacionado con mayores riesgos de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Un nuevo fármaco, la tirzepatida, ha sido aprobado recientemente en Estados Unidos para tratar la diabetes tipo 2, aunque si por algo está llamando la atención es por conseguir una reducción de peso superior al 20% en la mayoría de los pacientes, por lo que podría convertirse en una herramienta terapéutica de primer orden para controlar la obesidad.
La tirzepatida actualmente se comercializa bajo el nombre de Mounjauro y por el momento su uso solo está autorizado en Estados Unidos para tratar la diabetes acompañada de obesidad.
Parece una cuestión incongruente por dos motivos: primero, la obesidad no se reconoce como enfermedad, y por lo tanto no se financia el tratamiento farmacológico, pero en cambio sí que se financia la cirugía bariátrica. Y, segundo, se reconocen como enfermedades las complicaciones que derivan directamente de la obesidad: diabetes, hipertensión, apnea de sueño… Estas complicaciones sí que tienen fármacos financiados, pero no su origen.
Los endocrinólogos creen que el tratamiento con tirzepatida durante aproximadamente un año podría hacer que el paciente perdiese peso definitivamente, a diferencia de la cirugía bariátrica, en la que se ha comprobado que hay una ganancia de peso importante a partir del tercer año.
Se debe tener en cuenta que se trata de un efecto gradual y que es indispensable que este fármaco se tome junto con cambios en los hábitos de vida, ejercicio, alimentación... Esto ayuda a que el paciente se acostumbre a comer menos y a llevar un estilo de vida más saludable, por lo que no tiene por qué ser un tratamiento crónico.
RELACIÓN CON LA ODONTOLOGÍA
Una dieta con alto contenido en grasas, azúcares y alimentos procesados y la falta de actividad física provocan obesidad.
Esos factores pueden causar enfermedades periodontales, perdida prematura de dientes y mal aliento.